El maquillar me parece un arte. Es díficil hacerlo bien, saber contornear y perfil un rostro es algo que yo particularmente no sé hacer. Para mi maquillarme se basa en la forma más natural de darle un poco de vida y color a mi cara. Uno de los recursos por lo que suelo optar bastante es por pintar los labios. Soy de tez pálida y creo que darle unos chispazos de alguna tonalidad vibrante a mi boca me sienta bien.
Lo mío no es una obra maestra de pasos para conseguir un maquillaje de labios perfecto, si diera tips para esto no serían míos. Acá les ofrezco lo que he aprendido, lo que me viene bien y lo que no. Algunos recursos que creo que funcionan para todas.
El primero es que para que dure más la pintada, nunca, pero jamás en la vida utilices gloss encima del labial. Obtendrás una mezcla chiclosa que se queda pegada en todos lados, lo cual no es nada atractivo, y además tendrás que retocarlo una y otra vez. Si quieres darle un poco de brillo yo utilizo un bálsamo seco para labios, esos que te hechas cuando los tienes resecos. Queda bien y no se sale.
Y la segunda es rellenar los labios de adentro hacia afuera y hacerlo con un píncel delgado. A veces me resulta complicadísimo lograr pintar perfectamente el contorno. Y esta es la única manera en la que he podido hacerlo bien.
Para quitar el labial siempre utilizo pañitos húmedos sin desmaquillante. Sale al toque y no necesito más.
Suelo comprar mis labiales en Maybelline o MAC, tienen infinidades de colores, pero he descubierto que los de Natura también son muy buenos y duran muchísimo.
Mis favoritos? Los rojos, corales y naranjas.
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